AGUAS PROFUNDAS Y ARROYO QUE FLUYE

  


 “Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría.”

Proverbios 18:4

Este versículo nos invita a reflexionar sobre el valor y el poder de las palabras llenas de sabiduría. Comparando la sabiduría con “aguas profundas” y con un “arroyo que fluye”, se destaca que las palabras sabias tienen una profundidad que refresca y nutre a quienes las escuchan. Al igual que un arroyo, la sabiduría fluye, brindando vida, consejo y dirección.

Analicemos lo que nos quiere decir el Señor:

- Profundidad y riqueza de la sabiduría:

Las “aguas profundas” simbolizan algo valioso y lleno de significado. No se trata de palabras superficiales, sino de aquellas que han sido meditadas y comprensivas.

“Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará.”

Proverbios 20:5

Este texto Nos recuerda que el consejo verdadero no es evidente de inmediato, pero quien busca con discernimiento, lo encuentra.

En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.

Colosenses 2:3

Esto señala que en Cristo se halla la plenitud de la sabiduría, como un tesoro en aguas profundas.

- El fluir de la sabiduría como fuente de vida

Un “arroyo que fluye” sugiere que las palabras de sabiduría tienen un impacto continuo y renovador. Así como un arroyo riega la tierra, las palabras sabias bendicen a quienes las reciben.

 “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”. 

Juan 7:38 

Aquí Jesús habla de Su Espíritu, quien fluye en nosotros para impartir vida y sabiduría.

 “Manantial de vida es la boca del justo”. 

Proverbios 10:11

Esto muestra que, cuando las palabras son justas y sabias, brindan aliento y vida espiritual.

-Sabiduría que edifica y guía a otros.

La sabiduría verdadera también guía y fortalece. Cuando compartimos palabras de sabiduría, edificamos a otros, brindándoles dirección y apoyo en momentos de confusión.

 “La lengua apacible es árbol de vida”.

Proverbios 15:4

Aquí se compara la sabiduría con un árbol que brinda estabilidad y sanidad a quienes se acercan.

Ninguna palabra corrompida salga de tu boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación.”

Efesios 4:29

Este versículo nos anima a que nuestras palabras construyan y refresquen a los demás.

En conclusión Proverbios 18:4 nos enseña que las palabras llenas de sabiduría tienen un propósito especial: Guiar, refrescar y fortalecer. Así como las aguas profundas no se encuentran a una simple vista, el verdadero consejo requiere ser buscado con paciencia y discernimiento. Pidamos a Dios que nuestras palabras sean siempre fuentes de vida, edificando a otros y reflejando su sabiduría en nuestras vidas

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante 


Comentarios

Entradas populares de este blog

BLOG PARA SEDIENTOS