ANTE LA DESILUSIÓN...

 

Cuando ponemos nuestra confianza en las personas, es común enfrentarnos a la desilusión. Todos, en algún momento, somos afectados por las limitaciones y fallas humanas, incluyendo nuestras propias imperfecciones. Sin embargo, Dios es distinto: Él es fiel y constante. Recordar esta diferencia nos da paz y nos ayuda a restaurar nuestra confianza en Aquel que nunca nos fallará.

1. Reconocer que el engaño es humano

En la vida, todos pasamos por momentos en los que las personas nos engañan.  

 "Así dice el Señor: 'Maldito el hombre que confía en el hombre, que se apoya en su propia fuerza y ​​aparta su corazón del Señor'.

Jeremías 17:5

Este versículo nos recuerda que la confianza excesiva en las personas puede llevarnos a la desilusión. Dios nos llama a apoyarnos principalmente en Él, sabiendo que solo Su amor es inquebrantable.

2. Dios es nuestro refugio seguro

Cuando sentimos la amargura de la decepción, podemos recordar que Dios nunca cambia ni falla. 

"Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre". 

Salmo 118:8

Aquí, el salmista expresa la necesidad de volver siempre a Dios como nuestro refugio.

3. Su fidelidad permanece para siempre

La fidelidad de Dios es eterna e incomparable. 

"Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron Sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad".

Lamentaciones 3:22-23  

En un mundo donde las relaciones y la lealtad son cambiantes, es reconfortante saber que Dios es siempre fiel.

4. Jesús conoce nuestra aflicción

Jesús mismo enfrentó decepciones y traiciones por parte de aquellos a quienes amaba y vino a salvar. 

 "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado".

Hebreos 4:15 

Jesús comprende el dolor de ser traicionado, por lo que podemos ir a Él en nuestra aflicción.

Cuando las personas nos desilusionan, es una oportunidad para fortalecer nuestra relación con Dios. Él es el único que jamás cambiará ni nos dejará. En momentos de decepción, acerquémonos a Él en oración, recordando que Su fidelidad es eterna.

Si estás ante la desilusión, ¡confía en el Señor , Él nunca falla!

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante