ASESINOS DEL CORAZÓN
El amor que nos tenemos demuestra que ya no estamos muertos, sino que ahora vivimos. Pero si ustedes no se aman los unos a los otros, es porque todavía están bajo el poder de la muerte. Si ustedes se odian unos a otros, SON ASESINOS, y ya saben que ningún asesino puede tener la vida eterna. 1 Juan 3:14-15 TLA
En el momento que descubrí esta verdad bíblica, pude entender la gran necesidad que tenemos los seres humanos de un Salvador para conducirnos a la vida eterna, pues el corazón del hombre tiende a albergar raíces de amargura, las cuales pueden destruir nuestra propia vida o la de nuestros semejantes, esa destrucción es el resultado de guardar rencor o resentimiento por una persona. La definición de homicida tiene un amplio significado como lo podemos analizar en el texto enunciado, veamos otra versión mucho más ilustrativa
Si ustedes se odian unos a otros, son asesinos, y ya saben que ningún asesino puede tener la vida eterna.
1 Juan 3:15 TLA
El Señor Jesús nos llama la atención para que podamos ser herederos de la vida eterna, su gran enemigo Satanás es el homicida por excelencia, por eso nuestro Dios, nos enseña con su lenguaje de amor a renunciar a ese tipo de sentimientos, de lo contrario no haríamos honor a su imagen y semejanza sino a la del diablo. Observemos el llamado de atención que en una ocasión le hace Jesús a cierto grupo de personas que escuchaban sus enseñanzas, sin embargo, su deseo era matarle, aunque tenían apariencia de ser "espirituales" era muy evidente lo que había en sus corazones.
Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
S. Juan 8:40, 44 RVR1960
Mis amados, si tenemos el anhelo de ver al Señor y heredar el Reino de los cielos debemos tomar la decisión de AMAR a nuestros semejantes, recordemos que el amor no es un sentimiento, es una DECISIÓN, es un mandamiento.
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
S. Juan 15:12 RVR1960
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Y el segundo es: “Ama a tu semejante como te amas a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.
Marcos 12:30-31 PDT
Oremos:
Padre amado, ayúdanos a amar al prójimo como tú lo haces, perdonanos si hemos llenado nuestro corazón de odio o rencor por alguna persona en especial, no queremos ser ASESINOS DEL CORAZÓN de aquellas personas que tú creaste para tu Gloria, pedimos en el nombre de Jesús que tu amoroso Espíritu Santo nos llene de su fruto para hacernos semejantes a ti, Amén.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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