¡CANTARÁS POR TUS GAVILLAS!
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.
Salmos 126:5-6 RVR1960
Es común que los seres humanos nos esforcemos y demos todo de nosotros sea en un empleo, una relación familiar, sentimental o cualquier otra situación, también es posible que sean muchas las lágrimas que broten por nuestro rostro al sembrar en aquello que nos implica tiempo, dedicación, amor, al punto de creer que hemos perdido nuestro tiempo y que los resultados no los recogeremos.
El texto de las escrituras del inicio nos debe animar, al mencionar que después de sembrar con mucho esfuerzo y lágrimas veremos los resultados y será tal la alegría que saldrán cantos y gritos de nuestro ser.
Las lágrimas que derramamos cuando sembramos la semilla se volverán cantos de alegría cuando cosechemos el trigo.
Salmos 126:5-6 TLA
¿Qué es lo que te ha hecho llorar y desgastar pensando que no vale la pena seguir sembrando? ¿Una situación familiar, ministerial, sentimental, laboral, económica? Sea cual sea la semilla que has esparcido con lágrimas, la vas a cosechar feliz, es una promesa que te ha hecho el Señor, toda tu dedicación, amor, entrega que hayas brindado se devolverá con recompensa a tu vida.
¡No te rindas!
¡Cantarás y gritarás de alegría lo dice el Señor!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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