CISTERNAS CAVADAS
Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!
Jeremías 2:13 NTV
En este pasaje, Dios se lamenta porque su pueblo lo ha abandonado a Él, la fuente de agua viva, y han buscado satisfacción en cisternas rotas que no pueden retener el agua. Esta metáfora nos enseña una valiosa lección espiritual.
En nuestra vida, a menudo buscamos satisfacción y plenitud en cosas temporales y superficiales, como el éxito profesional, las relaciones, el dinero o la fama. Sin embargo, estas "cisternas" están rotas y no pueden ofrecernos la verdadera satisfacción que buscamos.
Dios nos ofrece una fuente de agua viva, que es Jesucristo. Él es quien puede saciar nuestra sed espiritual y llenarnos de paz, alegría y propósito. Pero para experimentar esto, debemos dejar de cavar cisternas rotas y volvernos a Dios.
¿Cómo podemos aplicar esto a nuestra vida diaria? Primero, debemos examinar nuestras prioridades y preguntarnos si estamos buscando satisfacción en cosas que no pueden llenar nuestro espíritu. Luego, debemos volvernos a Dios, buscar su presencia a través de la oración y la lectura de la palabra, y permitir que Él nos llene con su amor y gracia.
Recuerda, solo Dios puede satisfacer nuestras necesidades más profundas. No desperdiciemos nuestro tiempo y energía en cisternas rotas que nos dejarán vacíos. En su lugar, busquemos a Dios y permitamos que El sea nuestra fuente de agua viva.
Jesús contestó: —Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.
Juan 4:13-14 NTV
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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