COMO EL OLIVO VERDE

"Pero yo soy como un olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre." 

Salmos 52:8

En este versículo, David se compara con un olivo verde plantado en la casa de Dios. El olivo es un árbol robusto, símbolo de vida y bendición. El hecho de que esté "verde" significa que está lleno de vida, sano y creciendo. ¿Por qué? Porque está plantado en la casa de Dios. Esto nos muestra que cuando nuestras raíces están en Dios, podemos experimentar un crecimiento continuo y una vida plena, independientemente de las circunstancias externas.

David también menciona que confía en la misericordia de Dios "eternamente y para siempre". Aquí vemos un llamado a recordar que no es por nuestras propias fuerzas, sino por la gracia y el amor inagotable de Dios que podemos mantenernos firmes.

“Bendito el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como un árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme que llegue el calor y sus hojas están siempre verdes. En época de sequía no se angustia, y nunca deja de dar fruto.”

Jeremías 17:7-8

Al igual que David se compara con un olivo verde, Jeremías habla de la bendición de aquellos que confían en Dios. Estar plantado cerca de las aguas, que representan a Dios, significa que recibimos sustento continuo, sin temor a las dificultades. La confianza en el Señor garantiza estabilidad y crecimiento, incluso en tiempos difíciles.

“Sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río, que cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!”

Salmos 1:2-3

Este pasaje reafirma la idea de que aquellos que están arraigados en la Palabra de Dios, como David en su confianza en la misericordia divina, viven vidas prósperas y fructíferas. Estar conectado con Dios nos da fortaleza y nos permite ser productivos y estables, a pesar de las circunstancias externas

Hoy puedes preguntarte: ¿Dónde están plantadas tus raíces? Si están en el Señor, encontrarás una fuente de vida y fortaleza que no se agota. Incluso en tiempos difíciles, cuando todo a tu alrededor parece seco o estéril, Dios te mantiene vivo y lleno de esperanza. Confía en Su misericordia, pues es eterna. No importa lo que enfrentes, Dios siempre está a tu lado, sustentándote con su amor.

Oremos:

Señor, hoy quiero plantar mis raíces en Ti. Ayúdame a confiar en tu misericordia, que es nueva cada mañana. Como el olivo verde, quiero vivir una vida fructífera y llena de tu presencia. Gracias porque en ti encuentro paz y seguridad. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante