¿CON QUÉ TE ESTÁS TROPEZANDO?
Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar.
Salmo 119:165 NVI
Según el diccionario la palabra tropiezo es un obstáculo o problema inesperado que impide o retrasa el desarrollo o la realización de algo.
Si llevamos ésta palabra a la vida espiritual podemos decir que en nuestro caminar con el Señor es probable que nos encontremos con varias piedras en el camino que nos quieren hacer tropezar o retrasar el crecimiento con el Señor, veamos algunos de ellas:
-Satanás:
El enemigo de Dios está muy interesado en hacer caer a los hijos de Dios tentandoles a mirar las cosas terrenales y dejar de mirar las del cielo, para eso utiliza muchas veces a alguien muy cercano tal como le pasó al Señor Jesús.
Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
S. Mateo 16:23 RVR1960
-Nuestra propia familia:
A veces nuestra misma familia se interpone en nuestro camino para seguir al Señor, queriéndose colocar por encima de Él.
Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo , tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida.
Lucas 14:26 TLA
-La tradición:
Es una de las piedras que más usa el enemigo para no permitirnos avanzar en sus caminos, nos dejamos llevar por el viejo refrán : ¿Para donde va Vicente? para donde va la gente"
Y añadió: ¡Qué buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para mantener sus propias tradiciones!
Marcos 7:9 NVI
-Nuestro ego:
Para seguir los caminos del Señor es necesario renunciar a nuestra voluntad y dejar que sea Él quien tome el control de nuestra vida.
Después les dijo a todos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame.
San Lucas 9:23 DHHDK
-El pecado:
Es una de las maneras más sutiles del enemigo, seduce con una cantidad de ofertas provocativas que a la final es la más mortal, pues aquel que peca conscientemente estará separado del Señor por toda la eternidad.
Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.
Hebreos 12:1 NTV
La excelente noticia es que tenemos el antídoto para no tropezar, es la palabra de Dios
Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar.
Salmo 119:165 NVI
¡Vamos! sigamos caminando y disfrutando de la palabra del Señor, ella nos sostendrá para no dejarnos tropezar.
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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