CONSTANTE-MENTE

 



Estudia CONSTANTE-MENTE este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. SOLAMENTE ENTONCES PROSPERARÁS Y TE IRÁ BIEN EN TODO LO QUE HAGAS. 

Josué 1:8 NTV



En este versículo, Dios está hablando a Josué después de la muerte de Moisés, dándole instrucciones claras sobre cómo llevar a cabo su liderazgo y lograr el éxito en la tarea monumental de conducir al pueblo de Israel a la Tierra Prometida. La clave para la prosperidad y el éxito, según Dios, es el constante estudio y meditación en Su Palabra.


"Sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de un río, que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!"

Salmo 1:2-3 (NVI)


 Este pasaje del Salmo 1 resuena con Josué 1:8 al mostrar que la meditación constante en la Palabra de Dios no solo trae estabilidad y vitalidad espiritual, sino también prosperidad en todo lo que hacemos. Así como un árbol junto al agua es nutrido continuamente, nosotros somos fortalecidos y fructíferos cuando estamos arraigados en la Palabra.


"En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti."

Salmo 119:11 (NVI)


Aquí, el salmista destaca la importancia de internalizar la Palabra de Dios, guardándola en el corazón. Este acto de atesorar la Palabra nos protege del pecado y nos guía en la obediencia, alineando nuestras acciones con la voluntad de Dios.


"Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra."

2 Timoteo 3:16-17 (NVI)


Pablo enfatiza a Timoteo que la Escritura es esencial para la enseñanza y el entrenamiento en justicia. Esto subraya la idea de que el estudio de la Palabra de Dios no solo nos guía, sino que también nos equipa plenamente para cumplir con los propósitos de Dios en nuestras vidas.


Para experimentar la prosperidad y el éxito verdadero, según la perspectiva bíblica, debemos:


Estudiar Con Diligencia: Dedicar tiempo diariamente a leer y estudiar la Biblia. No se trata solo de leer por leer, sino de profundizar en el entendimiento de las Escrituras.


Meditar Continuamente: Reflexionar sobre la Palabra de Dios a lo largo del día. La meditación implica pensar, considerar y aplicar lo que hemos leído a nuestras vidas diarias.


Obedecer Con Compromiso: Poner en práctica lo que aprendemos de la Biblia. La verdadera prosperidad y éxito vienen cuando vivimos de acuerdo con los principios y mandamientos de Dios.


Oremos:

Señor, gracias por tu Palabra que es lámpara a mis pies y luz en mi camino. Ayúdame a estudiar y meditar en ella día y noche. Dame la sabiduría para obedecer tus enseñanzas y vivir de acuerdo a tu voluntad. Que tu Palabra transforme mi vida y me guíe hacia la verdadera prosperidad y éxito. En el nombre de Jesús, amén.


Con seguridad que si tenemos en cuenta la palabra de Dios CONSTANTE-MENTE la vida nos va a cambiar para bien, aunque estemos en el valle más oscuro, la paz de Dios hará que vivamos una vida feliz sin ánimos dobles.




Dios te continúe bendiciendo 


Julia Andrea Bustamante


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