CRUCIFICADOS CON CRISTO
Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20 NTV
Todos aquellos que le rendimos el corazón al Señor Jesús tenemos un antes y un después; una vida inicial en la cuál gobernaba nuestro EGO, solamente pensábamos en nuestra voluntad, en nuestra propia prudencia, todo giraba en torno a nuestro YO; la segunda vida es totalmente diferente, le hemos cedido el control a CRISTO para que tome decisiones por nosotros, le hemos confiado todo nuestro ser para que Él y su amor viva en nosotros.
No podemos negar que nuestra anterior naturaleza tiende a despertarse y quiere hacernos volver a caer en las redes del pecado, es ahí cuando debemos recordar que CRISTO con su gran amor nos ha redimido, su sangre derramada ha sido el gesto de entrega y sacrificio como nunca lo han hecho por nosotros, por la anterior razón no podemos pagarle mal a quien nos ha Salvado.
Sabemos que lo que antes éramos fue crucificado con Cristo, para que el poder de nuestra naturaleza pecadora quedara destruido y ya no siguiéramos siendo esclavos del pecado.
Romanos 6:6 DHH94I
Si hemos sido crucificados con Cristo verdaderamente, debemos sujetarnos a Él, ya las tinieblas no tienen parte con nosotros.
Ustedes han muerto con Cristo y ya no están sujetos a los poderes que dominan este mundo. ¿Por qué, pues, viven como si todavía fueran del mundo?
Colosenses 2:20 DHH94I
Aquellos que participamos de su crucifixión, también participaremos de su Gloria, Su bendición alcanza para todo aquel que tiene la vida rendida a sus pies.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 6:6-11 RVR1960
¿Estas crucificado con Cristo?
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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