CUANDO DIOS DICE NO
A veces, en nuestra relación con Dios, nos encontramos con respuestas que no esperábamos. Pedimos algo con sinceridad, pero Dios responde con un "no". Aunque al principio esto puede ser difícil de aceptar, debemos recordar que Su negativa siempre tiene un propósito y un plan superior, veamos algunos ejemplos de los No del Señor.
1. El "no" a Moisés: No entrar a la Tierra Prometida
Moisés fue un líder fiel que guió al pueblo de Israel por el desierto durante 40 años. Sin embargo, debido a un acto de desobediencia, Dios le negó la entrada a la Tierra Prometida.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
Números 20:12 RVR1960
Moisés había trabajado incansablemente, pero incluso los siervos más fieles de Dios están sujetos a sus decisiones soberanas. A veces, el "no" de Dios es para enseñarnos humildad y obediencia.
2. El "no" a David: No construir el templo
David, el hombre conforme al corazón de Dios, quería construir un templo para el Señor, pero Dios le dijo que no sería él quien lo construiría, sino su hijo Salomón.
“Pero Dios me dijo: Tú no edificarás casa a mi nombre, porque has sido hombre de guerra y has derramado mucha sangre”
1 Crónicas 28:3
Aunque el deseo de David era noble, Dios tenía otros planes. Este "no" permitió que David preparara a su hijo y al pueblo para una obra mayor, mostrándonos que, a veces, nuestros "no" abren puertas para las generaciones futuras.
3. El "no" a Pablo: Un aguijón en su carne
El apóstol Pablo oró tres veces para que Dios le quitara un "aguijón en la carne", pero Dios no lo hizo, explicando que Su gracia era suficiente.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”
(2 Corintios 12:9).
Pablo entendió que el "no" de Dios no era un rechazo, sino una oportunidad para experimentar la gracia y el poder de Dios en medio de su debilidad. A veces, Dios dice "no" para que dependamos más de Él y no de nuestras propias fuerzas.
4. El "no" a Jesús: La copa que no fue quitada
En el huerto de Getsemaní, Jesús oró pidiendo que, si era posible, se le quitara la copa de sufrimiento que iba a enfrentar en la cruz, pero el Padre no quitó esa carga.
“Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú”
(Mateo 26:39).
Jesús, en su humanidad, enfrentó la angustia del sacrificio que iba a hacer. Sin embargo, aceptó el "no" de Dios porque sabía que Su voluntad y plan de salvación eran perfectos. Este "no" es la razón de nuestra salvación y nos muestra que el "no" de Dios tiene un propósito eterno.
Cuando Dios nos dice "no", puede ser difícil entenderlo en el momento. Sin embargo, estos ejemplos nos enseñan que Su negativa siempre está basada en amor, en un plan mayor, y en Su sabiduría perfecta. Aun cuando no veamos el panorama completo, podemos confiar en que el "no" de Dios es una bendición disfrazada, guiándonos hacia Su voluntad buena, agradable y perfecta.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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