"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado."
Salmo 1:1
El Salmo 1 nos presenta una imagen poderosa de la vida del creyente. El primer versículo comienza hablando sobre las bendiciones de quien no se deja influenciar por el mal, y en particular, nos advierte sobre no "sentarse en la silla de los escarnecedores". Este es un llamado a no asociarnos ni dejarnos arrastrar por la burla, el desdén y la arrogancia de aquellos que se burlan de Dios, de la fe o de los principios morales. La "silla de los escarnecedores" es un símbolo del lugar donde se comparte una actitud de desprecio y desobediencia a la voluntad de Dios.
El escarnecedor es alguien que ridiculiza la verdad y la moral, quien tiene una actitud cínica y despectiva hacia las cosas santas.
"El que corrige al escarnecedor, se atrae afrenta;
Y el que reprende al impío, se lleva el oprobio.
No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca;
Corrige al sabio, y te amará."
Proverbios 9:7-8
Este pasaje muestra que tratar de corregir a un escarnecedor o hacerle ver su error puede ser un acto de desprecio. Al contrario, la Escritura nos enseña que debemos rodearnos de personas sabias que estén dispuestas a aprender y a cambiar. Los escarnecedores, por su parte, rechazan la corrección y se burlan de quienes intentan guiarlos por el camino de la verdad.
Salmo 1:1 nos muestra ademàs que, cuando nos sentamos con los escarnecedores, nos estamos exponiendo a una mala influencia. Esta compañía puede llevarnos a adoptar su actitud irreverente hacia Dios.
"No erréis: Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres."
1 Corintios 15:33
Estar cerca de aquellos que se burlan de lo que es santo puede debilitar nuestra fe y hacernos perder el foco de lo que realmente importa. La compañía de los escarnecedores puede arrastrarnos a pensamientos y acciones que no honran a Dios.
El Salmo 1 también nos anima a alejarnos de estas influencias y, en lugar de eso, buscar el consejo de la Palabra de Dios.
"Su delicia está en la ley de Jehová, y en su ley medita de día y de noche"
(Salmo 1:2)
La verdadera bendición llega cuando nos dedicamos a aprender de la sabiduría Divina y no a dejar que las actitudes del mundo nos afecten.
En el Salmo 1 también se nos promete que aquellos que siguen el camino de Dios serán como árboles plantados junto a corrientes de agua, que dan su fruto a su tiempo y cuya hoja no se marchita. Esto representa la estabilidad, el crecimiento y la bendición que provienen de caminar conforme a la voluntad de Dios.
"Todo lo que hace, prosperará."
(Salmo 1:3).
La prosperidad que el salmista menciona no siempre es material, sino espiritual: paz, gozo, crecimiento y la presencia constante de Dios.
Hoy el Salmo 1 nos invita a reflexionar sobre nuestras compañías y la influencia que estas tienen sobre nuestra vida. Al alejarnos de los escarnecedores y elegir caminar en la sabiduría que viene de Dios, podemos experimentar una vida llena de bendición y de crecimiento espiritual. Que nuestro deleite esté en la ley de Jehová, y que meditemos en ella de día y de noche, para que nuestra vida refleje la sabiduría de Su palabra.
Hoy, reflexiona sobre las personas con las que pasas tiempo. ¿Estás rodeado de influencias sabias que te animan a crecer en tu fe, o te sientes atraído por la burla y el desdén hacia lo santo? Haz un esfuerzo consciente por rodearte de aquellos que edifican tu vida espiritual.
Oremos:
Señor, gracias por Tu Palabra que nos guía y nos protege. Ayúdame a ser consciente de las influencias que me rodean y a evitar las compañías que me alejan de Ti. Dame sabiduría para caminar en Tus caminos y para encontrar en Tu palabra el gozo y la paz que solo Tú puedes dar. En el nombre de Jesús, amén.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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