¿CUMPLES O INCUMPLES?
Cumpliré la promesa que te hice: obedeceré tus justos mandamientos.
Salmos 119:106 TLA
Los seres humanos somos en muchas ocasiones, prontos al hablar, hacemos promesas a la ligera, una de ellas es seguir al Señor y sus ordenanzas, especialmente cuando todo va mal, cuando necesitamos una respuesta de parte de Dios; el Salmista, en el anterior texto nos da unas palabras retadoras, el tenía claro que le había hecho una promesa a Dios y la iba a cumplir; para el Señor es un modo de necedad, insensatez hacer votos y no cumplirlos.
Cuando hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, porque a él no le agradan los necios. Cumple lo que prometes, pues vale más no prometer, que prometer y no cumplir. No permitas que tus labios te hagan pecar, y luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho?
Eclesiastés 5:4-6 DHH94PC
El Salmista además nos anima a hacer de la palabra de Dios nuestra mayor herencia, en ella encontramos la felicidad que no podemos hallar en ningún otro lado, ni en ningún ser humano, ella es la fuente de vida, debe ser un plato especial diario y no un pastel para ciertas ocasiones.
Tus mandatos me enseñan lo más valioso; hacen feliz mi corazón. Siempre me esforzaré por obedecer tus mandatos hasta el final.
Salmos 119:111-112 PDT
Desprendernos de la palabra de Dios nos lleva a fracasar en todo lo que hagamos, el matrimonio, el empleo, en las relaciones interpersonales, en todo y principalmente, en la relación con el Rey del Universo, no es posible tener una amistad con Dios lejos de su palabra, es ella la que nos hace permanecer de pie ante cualquier situación.
Dios bendice a quienes no siguen malos consejos ni andan en malas compañías ni se juntan con los que se burlan de Dios. Dios bendice a quienes aman su palabra y alegres la estudian día y noche. Son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien! Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento!
Salmos 1:1-4 TLA
Si te has propuesto seguir al Señor, avanza hacia adelante, su presencia, su favor, su compañía estarán contigo para siempre, Él sí cumple sus promesas.
¿Y tú, le cumples o le Incumples a Dios?
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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