¿DE DÓNDE VIENEN LAS GUERRAS?

 

¿Saben por qué hay guerras y pleitos entre ustedes? ¡Pues porque no saben dominar su egoísmo y su maldad! Son tan envidiosos que quisieran tenerlo todo, y cuando no lo pueden conseguir, son capaces hasta de pelear, matar y promover la guerra.

Santiago 4:1‭-‬2 TLA

En el corazón del hombre se tejen las más grandes guerras, tal como lo dice el anterior texto bíblico, nuestro corazón tiene la capacidad de albergar todo tipo de pasión; la codicia, el egoísmo, la ambición y la envidia son protagonistas en todos los conflictos, pensar en sí mismos es la fuente de toda pelea. Estar en la posición de tener la razón y el dominio de todo  nace en el corazón de Satanás, el ser más egoísta y envidioso de todos y su deseo es contaminar a todas las personas, de esa manera crea guerra y caos.

La solución a todo conflicto y guerra está en el Príncipe de Paz, una paz diferente a la que el mundo ofrece.

Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar.

Juan 14:27 TLA

Como ya sabemos que en el corazón es donde se guardan todas las emociones y sentimientos, debemos entregarle todas las áreas al Señor Jesús, Él se encargará de cuidar nuestra mente y nuestro sentimientos con su Paz.

La paz de Dios hará guardia sobre todos sus pensamientos y sentimientos porque ustedes pertenecen a Jesucristo. Su paz lo puede hacer mucho mejor que nuestra mente humana.

Filipenses 4:7 PDT

El mundo será diferente cuando le permitamos al príncipe de Paz reinar en el corazón de cada ser humano, de lo contrario las guerras y los conflictos seguirán existiendo, la paz que el mundo quiere traer por medio de la política, una organización religiosa u otra alternativa están lejos de alcanzarla.

Si ya sabemos de DÓNDE VIENEN LAS GUERRAS, cada uno de los que tenemos a Jesús en nuestro corazón estamos en la facultad de compartir la paz que solo Él puede dar, así el mundo será diferente. 

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante