DE ROCA A MANANTIAL
Tiembla, oh tierra, ante la presencia del Señor, ante el Dios de Jacob. Él convirtió la roca en una laguna de agua; sí, de la roca sólida fluyó un manantial.
Salmos 114:7-8 NTV
El texto de referencia es una de las maneras de Dios darse a conocer por su poder sobrenatural; en él hace referencia al momento por el cual pasaba el pueblo de Israel en el desierto, al verse sin agua para beber comenzaron a renegar y a dudar del Señor (éxodo 17:1 al 7); a pesar de todas las dudas y de la manera como se comportaron, Dios tiene misericordia y les suple su necesidad. El Señor les pudo demostrar que no hay nada imposible para Él y que está en la capacidad de hacer que de una piedra salga agua.
De la misma manera debemos creer que el Señor puede hacer que de un corazón duro como una roca puedan brotar ríos de agua viva, recordemos que Dios puede convertir un corazón de piedra en un corazón de carne, sensible a su palabra.
Les daré un corazón nuevo y les infundiré un nuevo espíritu. Les quitaré ese corazón de piedra y pondré uno de carne. Pondré mi Espíritu en ti. Lo haré para que vivas por mis leyes y para que obedezcas mis reglamentos.
Ezequiel 36:26-27 PDT
Cuando un corazón de piedra es tocado por el Espíritu Santo, pasa por una transformación tan impresionante que comienzan a brotar ríos de agua viva dentro de sí; ríos que quiere compartir con todos los que tienen necesidad de saciar su sed espiritual.
Si sientes que tú corazón se ha endurecido o alguien muy cercano a ti tiene corazón como una roca, confía...
¡Dios , el Todopoderoso y temible puede hacer que de ser una roca pasemos a ser un gran manantial!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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