DEL ROJO AL BLANCO
Vengan ya, vamos a discutir en serio, a ver si nos ponemos de acuerdo. Si ustedes me obedecen, yo los perdonaré. Sus pecados los han manchado como con tinta roja; pero yo los limpiaré. ¡Los dejaré blancos como la nieve! Entonces comerán de lo mejor de la tierra;
Isaías 1:18-19 TLA
Todos sabemos por la palabra de Dios y a lo largo de los devocionales que hemos compartido, que el pecado nos separó de Dios; sin embargo es el Señor quien toma la iniciativa de buscarnos, de arreglar la relación con nosotros, pues para eso nos creó, para que seamos parte de su familia.
Para el Señor el pecado es tan abominable, que ante sus ojos son de color rojo encendido y sabe que si los seguimos practicando continuaremos alejados de su presencia, la cual nos lleva sin lugar a dudas a la muerte eterna.
Los malos deseos nos llevan a pecar; y cuando vivimos solo para hacer lo malo, lo único que nos espera es la muerte eterna.
Santiago 1:15 TLA
El deseo de nuestro Padre es que por medio de la obediencia a su Palabra y el verdadero arrepentimiento nos reconciliemos con Él, ese fue el regalo maravilloso que el Señor nos otorgó al entregar a su Hijo Jesucristo.
Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta.
Colosenses 1:21-22 NTV
De esa manera nuestros pecados pasarán a tomar color blanco, pues serán limpiados, lavados por el poder de su palabra; lo único que Dios pide es un corazón que anhele ser purificado.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Salmos 51:7 RVR1960
Nuestro buen Dios sabía muy bien que aunque todos nosotros hemos cometido los peores pecados, en algún momento nuestro corazón sería tocado por su Espíritu, el cual nos convence de nuestros errores y viviremos para agradarle mientras esperamos su segunda venida.
Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo. Que Dios les conceda cada vez más gracia y paz.
1 Pedro 1:2 NTV
Dios los continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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