DESECHADO ENTRE LOS HOMBRES

 


"DESPRECIADO Y DESECHADO ENTRE LOS HOMBRES, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido."

Isaías 53:3-4 (RVR1960)



El profeta Isaías, siglos antes del nacimiento de Jesús, profetizó acerca del Mesías como un "varón de dolores" que sería "despreciado y desechado entre los hombres". Esta profecía se cumplió plenamente en la vida de Jesús. A pesar de ser el Hijo de Dios, el Creador del universo, Jesús fue rechazado por aquellos a quienes vino a salvar. Su sufrimiento no fue solo físico, sino también emocional y espiritual, pues cargó con nuestras iniquidades y sufrió en nuestro lugar.


"En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron."

Juan 1:10-11 (RVR1960)


El rechazo de Jesús por parte de la humanidad nos recuerda la dureza del corazón humano. A pesar de que Jesús vino a traer vida y salvación, muchos le dieron la espalda, lo rechazaron y lo despreciaron. Esto puede llevarnos a preguntarnos: ¿cómo respondemos nosotros a Jesús hoy? ¿Lo reconocemos como el Salvador y Señor, o lo despreciamos en nuestra vida diaria al ignorar sus enseñanzas y su sacrificio?


Medita en las veces que has rechazado o ignorado la voz de Jesús en tu vida. ¿Hay áreas de tu vida en las que estás resistiendo su amor y dirección? Pídele a Dios que ablande tu corazón y te dé la humildad para recibir a Cristo plenamente, reconociendo el sacrificio que hizo por ti.


Oremos:

Señor Jesús, reconozco que fuiste despreciado y rechazado por aquellos a quienes viniste a salvar, y a veces yo también te he ignorado en mi vida. Perdóname por las veces que he endurecido mi corazón. Abre mis ojos para verte como mi Salvador y Señor, y ayúdame a vivir en gratitud por tu sacrificio. Gracias por llevar mis dolores y sufrir en mi lugar. Amén.


Dios te continúe bendiciendo 


Julia Andrea Bustamante


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