DETERMINACIÓN

 

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

Daniel 1:8 RVR1960

La anterior porción de las escrituras nos muestra a un hombre de Dios, íntegro, el cual había decidido en su corazón no contaminarse con la comida del rey, pues tenía el convencimiento de que el cuerpo es el templo donde Dios quiere habitar; por lo anterior tenía especial cuidado de evaluar lo que consumía. 

Hoy en día sigue siendo muy importante examinar qué tipo de alimentación estamos consumiendo, sin embargo el Señor en su palabra nos enseña que hay también cierto tipo de cosas que no debemos dejar entrar en nuestra vida, porque de esa manera estaríamos contaminando el templo del Espíritu Santo.

Debemos tomar la decisión como Daniel  de honrar a Dios con nuestro cuerpo y no utilizar ninguno de nuestros miembros  al pecado. 

No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.

Romanos 6:12‭-‬13 NTV

¿Estamos glorificando a Dios con nuestros ojos, nuestros labios, nuestros oídos, nuestras manos, nuestro corazón?  

Lo que vemos en la internet, la televisión, lo que permitimos que nuestros oídos escuchen, los comentarios que hacemos, lo que tocan nuestras manos, los sentimientos que permitimos entrar a nuestra vida puede estar contaminando el cuerpo que nos entregó Dios para administrar. 

Es el momento para tomar la determinación de no contaminarnos con lo que el mundo nos ofrece, ¡ ánimo mis amados, nos espera una vida eterna con el verdadero Rey de Reyes y Señor de Señores!

Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.

1 Juan 2:17 TLA

Dios te bendiga

Julia Andrea Bustamante