DEJA DE PENSAR SOLO EN TI
No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes.
Filipenses 2:3 NTV
Observemos la definición según el diccionario:
Como egoísmo se denomina la actitud de quien manifiesta un excesivo amor por sí mismo, y que solamente se ocupa de aquello que es para su propio interés y beneficio, sin atender ni reparar en las necesidades del resto.La palabra, como tal, proviene del latín ego, que significa ‘yo’, y se compone con el sufijo -ismo, que indica la actitud de quien solo manifiesta interés por lo propio.
El egoísmo es una de las características más desagradables que puede poseer el ser humano, esto debido a la naturaleza caída, por el pecado que entró en el mundo; este código hereditario lo hemos recibido del enemigo de Dios quien decidió pensar solamente en él desde que fue creado, por esa razón fue arrojado de la presencia de Dios.
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Isaías 14:12-15 RVR1960
Cuando pensamos de manera egoísta nos estamos pareciendo al enemigo de Dios, ésta es una de las conductas más ofensivas para el Señor, pues es todo lo contrario a la esencia divina. Debemos seguir el ejemplo de nuestro Salvador, quien se entregó incondicionalmente por cada uno de nosotros; en su condición humana pudo haber rechazado el plan del Padre celestial para darnos Salvación, sin embargo lo dejó todo y lleno de pasión se sacrificó para darnos vida eterna, su sangre sin mancha tenía que ser derramada para darnos vida a quienes somos culpables.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Efesios 5:1-2 RVR1960
Tenemos un Dios que nos ha regalado su Espíritu amoroso. Cada que pensamos en hacer el bien al prójimo, sin pensar en nuestro propio bienestar, estaremos complaciendo a nuestro buen Dios.
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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