EL ANTÍDOTO

 



Mientras Pablo juntaba una brazada de leña y la echaba en el fuego, una serpiente venenosa que huía del calor lo mordió en la mano. Los habitantes de la isla, al ver la serpiente colgando de su mano, se decían unos a otros: «¡Sin duda este es un asesino! Aunque se salvó del mar, la justicia no le permitirá vivir»; pero Pablo se sacudió la serpiente en el fuego y no sufrió ningún daño.  La gente esperaba que él se hinchara o que cayera muerto de repente; pero después de esperar y esperar y ver que estaba ileso, cambiaron de opinión y llegaron a la conclusión de que Pablo era un dios.

‭Hechos de los Apóstoles 28:3-6 NTV‬


En la vida, a menudo nos enfrentamos a situaciones peligrosas o desafiantes que nos hacen sentir vulnerables. La historia de Pablo y la serpiente nos recuerda que, como hijos de Dios, podemos confiar en Su protección incluso en medio de circunstancias difíciles. Aunque enfrentemos peligros, enfermedades o adversidades, Dios está con nosotros y tiene el control.


Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio y en ti estoy seguro; eres mi Dios, y en ti confío». 

Salmo 91:2 NBV‬


Pablo no se dejó paralizar por el miedo cuando la serpiente se aferró a su mano, en lugar de eso confió en la fidelidad y el poder de Dios. Su fe inquebrantable y su confianza en la protección divina le permitieron enfrentar la situación con valentía y salir ileso.

En nuestra vida diaria, podemos enfrentar desafíos que nos hacen sentir temor e inseguridad o podemos sentir espiritualmente como si una víbora nos estuviera mordiendo; sin embargo, como creyentes, podemos aferrarnos a la promesa de que Dios está con nosotros en todo momento y nos protegerá. Debemos recordar que nuestra confianza no está en nuestras propias fuerzas, sino en el poder sobrenatural de Dios, de esa manera no habrá veneno del infierno que nos pueda hacer daño. La confianza en Dios es EL ANTÍDOTO para todas las serpientes venenosas que nos quieren ver caer.


Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo.j

Isaías 41:10 TLA‬


Oremos: Padre amado te pedimos que  podamos confiar plenamente en tu protección en medio de las pruebas y desafíos que enfrentemos, ayúdanos a reconocer en todo tiempo que Tú eres nuestro refugio y fortaleza cuando estamos en angustia, en el Nombre de Jesús, Amén.


Dios te continúe bendiciendo 


Julia Andrea Bustamante 



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