EL PRECIO DE VIVIR EN EL MAL


 

"No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos."
 Isaías 57:21


Dios mismo dice que los que viven lejos de Él, haciendo el mal, no pueden tener verdadera paz. Aunque parezcan tranquilos por fuera, su corazón siempre estará inquieto, vacío y con incertidumbres.

"El camino de los impíos es como la oscuridad; no saben en qué tropiezan."
 Proverbios 4:19

La persona que hace el mal vive confundida, sin dirección ni claridad. No entiende por qué tropieza en la vida, porque su camino está lleno de tinieblas.

"Los malvados huyen sin que nadie los persiga, pero los justos están confiados como un león."
 Proverbios 28:1

El que hace el mal siempre anda con miedo y ansiedad, incluso cuando no hay peligro. En cambio, el que vive con justicia puede estar tranquilo y seguro.

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado."
 Isaías 26:3

La paz real viene de una mente y un corazón enfocados en Dios. Cuando confiamos en Él, no dependemos de las circunstancias para sentirnos en paz.

Si queremos paz verdadera, no podemos buscarla en el mundo ni en el pecado. La única fuente de paz es Jesucristo. Él nos llama a alejarnos del mal y acercarnos a su amor, donde hay descanso para el alma.

El precio de vivir en el mal ya lo conocemos, también sabemos quien es la fuente de la paz, acudamos a Jesús.  

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante

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