EL TEMPLO RENOVADO
¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.
1 Corintios 6:19-20 NTV
Esta semana les he compartido la importancia de renovar nuestro espíritu, nuestra mente, nuestro interior, cada día debemos irlos transformando; de igual manera es indispensable tomar en cuenta nuestro exterior; cada uno de nosotros somos el templo en el cual Dios quiere habitar. Sin duda alguna no sería de nuestro agrado congregarnos en un lugar o templo físico al encontrarlo deteriorado, sucio o alterado, sin duda no vacilaríamos en renovarlo para que se convierta en un lugar agradable, en el cual el amor del Señor ilumine a quien lo visita; ésta renovación puede ser diferente en cada uno de nosotros, para algunos puede ser una dieta, el inicio de actividad física, en otros abandonar un pecado sexual, sacar lo sucio incluso podría ser el paso para la sanidad del cuerpo.
Estamos cuidadosamente unidos en él y vamos formando un templo santo para el Señor.
Efesios 2:21 NTV
Pidamos a Dios que nos de el querer y el hacer de renovar nuestro exterior, para así honrar con nuestro cuerpo de manera agradable a aquel que habita en cada uno de nuestros corazones, el cual entregó el precio más alto: Su Sangre preciosa.
¡Tú y yo somos el templo a renovar!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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