EMPATÍA
No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.
Filipenses 2:4 NTV
Según el diccionario, la empatía es la capacidad que tiene una persona de percibir los sentimientos, pensamientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como similar, es decir, como un individuo similar con mente propia. Es por esto que es vital para la vida social; en pocas palabras es colocarse en los zapatos del otro.
El ser humano tiene la tendencia al egoísmo, a pensar en sí mismo y no interesarse en los demás, a buscar lo suyo; por esta y muchas razones nuestro Padre Celestial envió a nuestro Señor Jesús, como el buen Maestro, para enseñarnos un estilo de vida diferente, vino a enseñarnos la empatía, a no interesarnos solamente en nosotros mismos sino a amarnos, pues somos un solo cuerpo como iglesia.
La iglesia de Cristo es como el cuerpo humano. Está compuesto de distintas partes, pero es un solo cuerpo. Así las partes del cuerpo se mantienen unidas y se preocupan las unas por las otras. Cuando una parte del cuerpo sufre, también sufren todas las demás. Cuando se le da importancia a una parte del cuerpo, las partes restantes se ponen contentas. Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos juntos forman el cuerpo de Cristo.
1 Corintios 12:12-25-27 TLA
Jesús como cabeza del cuerpo que es la Iglesia nunca buscó lo suyo propio, sino que se despojó de sí mismo y se puso en nuestro lugar.
Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo: Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos. Como hombre, se humilló a sí mismo y obedeció a Dios hasta la muerte: ¡murió clavado en una cruz!
Filipenses 2:5-8 TLA
Debemos tomar la herencia de amor que nos dejó el Señor, pues su amor ha sido derramado en nuestros corazones, por lo tanto no podemos ser indiferentes ante las otras personas, ni pensar con egoísmo.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:4-7 RVR1960
¿ O mejor qué tal si lo hacemos siempre?
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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