ESPERANDO AL NOVIO

 


Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!

S. Mateo 25:1‭-‬6 RVR1960



Las anteriores son las palabras del Señor Jesús refiriéndose a la parábola de las diez Vírgenes; la cultura de aquella época refleja costumbres diferentes a la nuestra, es por eso que suena un poco extraña; en aquellos tiempos se celebraban las bodas en la noche. El novio lucía un tipo de corona e iba acompañado por sus amigos, llegaba de sorpresa a la casa de la novia quien estaba vestida espléndidamente y en compañía de sus amigas esperando con anhelo a su novio. Al escuchar el grito en la calle: " Miren llega el novio, salgan a recibirlo", la novia, su familia y sus amigas salían a la calle a encontrarlo.

La ceremonia se hacía en la casa de la novia. Luego la pareja se dirigía a la casa del novio como en un estilo de procesión iluminada con antorchas y lámparas, todos los asistentes las llevaban sin una lámpara o antorcha encendida no se podía marchar en procesión, ni entrar en la casa del novio para participar de la gran fiesta.


Jesús en esta parábola nos quiere enseñar que las diez Vírgenes representan a todos aquellos que profesan ser creyentes, el novio es el Señor Jesucristo, la llegada repentina del novio representa su segunda venida. 

Aunque eran diez Vírgenes cinco de ellas no entran a la fiesta de bodas, esto se debe a que hay muchos "cristianos" nominales, sin aceite, solo tienen el nombre y no tienen al Espíritu Santo morando en su corazón porque nunca lo han recibido, de ahí al término "insensatas"


Es de vital importancia permanecer preparados con aceite de reserva en nuestras lámparas, pedirle al Señor que cada día nos llene de Él, el aceite en las escrituras son tipología de la unción del Espíritu Santo.


Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Romanos 8:9 RVR1960


El apóstol Pablo nos dice que el que no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo, es por eso que dice que no conocerá a aquel que no tenga aceite en su lámpara. 



Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

S. Mateo 25:12 RVR1960


Debemos estar listos como la novia que espera a su novio, preparados para la segunda venida del Señor Jesús, debemos entronarlo en nuestra vida como el Rey de nuestro corazón, así tendremos al Espíritu Santo, de esta manera estaremos listos y no seremos rechazados del reino de los cielos.


¿Tienes aceite de reserva?


Dios te bendiga


Julia Andrea Bustamante

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