ESCUCHANDO Y OBEDECIENDO
El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable."(Proverbios 28:9)
Cuando ignoramos deliberadamente los principios de Dios, estamos mostrando una actitud de rebeldía. Esto puede obstruir nuestra comunión con Él, pues el Señor anhela un corazón dispuesto a escuchar y vivir según Su verdad. No es que Dios no quiera escuchar nuestras oraciones, sino que nuestra desobediencia impide que el Señor nos preste atención, El es consecuente con su Santidad.
"Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír".
Isaías 59:2
Este pasaje resalta cómo el pecado sin arrepentimiento puede ser un obstáculo para nuestra relación con Dios, incluso en la oración.
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho."
Juan 15:7
La anterior es una poderosa promesa para quienes queremos vivir en obediencia, quiere decir que aquel que no permanece en la palabra no puede esperar respuestas de parte de Dios.
"Si en mi corazón hubiera yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado."
Salmo 66:18
Por la anterior afirmación es necesario decirle al Señor que revise día a día nuestro corazón, el cual es engañoso.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos."
Santiago 1:22
Escuchar la palabra no basta, ella se completa en nuestra vida si verdaderamente la practicamos.
Reflexiona sobre tu actitud hacia la Palabra de Dios: ¿La estás escuchando y obedeciendo, o la has ignorado permanentemente?
Antes de orar, examina tu corazón y arrepiéntete de cualquier desobediencia o pecado.
Oremos:
"Señor, enseñame a permanecer en tu palabra, a no ser un oidor olvidadizo, dame el querer como el hacer para obedecerte todos los días de mi vida hasta que tú vuelvas por nosotros te lo pido en el nombre de Jesús amén.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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