¡ESCUCHEMOS, LUEGO HABLAMOS!


El que responde antes de escuchar, Cosecha necedad y vergüenza.

Proverbios 18:13 NBLA


El anterior proverbio es una realidad que infortunadamente se presenta al tener algunas conversaciones; a veces sucede que antes de que alguien termine de expresar su mensaje, nosotros ya estamos respondiendo sin escucharle; esta situación se presta para malas interpretaciones, divisiones o discordias. Nuestro Dios en su sabiduría nos regaló dos oídos y una sola boca precisamente para escuchar muy bien, antes de hablar y en especial cuando las palabras están llenas de enojo o prejuicios.


Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse.

Santiago 1:19 NTV


El proverbio inicial nos menciona las consecuencias de hablar antes de escuchar, una de ellas es que cosecharemos NECEDAD, obstinación, terquedad y esto lleva a la otra consecuencia, La VERGÜENZA, por haber malentendido el mensaje, al tener que pedir disculpas por no escuchar bien, malinterpretar o porque nos ven sin falta de interés o respeto por el otro.




Todos en algún momento podemos cometer este tipo de error, por eso debemos aprender del Señor Jesús, siempre escuchó a cada persona que se acercó a Él y supo manejar cada situación ¿te imaginas que Jesús no preste atención a las palabras que le decimos? Aunque Él todo lo conoce sabe escucharnos muy bien.


¡Pero Dios escuchó! Él prestó oídos a mi oración.

Salmos 66:19 NTV


Prestemos oído a cada palabra que nos dirigen las personas; con toda seguridad que los resultados serán maravillosos.


Dios te bendiga


Julia Andrea Bustamante

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