ESPERAR

 

Esperar no es fácil. En un mundo donde todo se mueve rápido, queremos respuestas inmediatas. Sin embargo, Dios nos llama a esperar en Él, no con desesperación, sino con confianza. La espera en Dios no es tiempo perdido, sino un proceso de crecimiento y madurez espiritual.


"Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor." 

Salmo 40:1

David sabía lo que era esperar. En su vida pasó años entre la unción como rey y su llegada al trono. Pero aprendió que Dios escucha y responde en su momento perfecto. Cuando esperas en Dios, Él no te ignora, sino que está obrando en lo invisible.

"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." 

 Isaías 40:31

La espera en Dios no es una espera pasiva. Es un tiempo de renovación, como un águila que cambia sus plumas para volar más alto. Si te sientes débil o desanimado mientras esperas, recuerda que Dios te fortalece en el proceso.


"Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca."  Lamentaciones 3:25


Dios honra a quienes esperan en Él con fe. A veces no entendemos por qué nos hace esperar, pero cuando llega la respuesta, comprendemos que su voluntad siempre fue mejor que la nuestra.

"No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón." 

Hebreos 10:35

La espera puede ser una prueba de fe. El enemigo quiere que te desesperes, pero Dios quiere que permanezcas confiado. No pierdas la esperanza, porque lo que Dios prometió, Él lo cumplirá.

Esperar en Dios es un acto de fe y confianza en su perfecta voluntad. No es una señal de debilidad, sino de dependencia en Él. Aunque parezca que el tiempo pasa y nada cambia, Dios está obrando. Mantente firme, sigue orando y confía en que su respuesta llegará en el momento perfecto.

Oremos:

Señor, enséñame a esperar en Ti con paciencia y fe. Ayúdame a confiar en tu tiempo y a no desesperarme. Renueva mis fuerzas mientras espero y ayúdame a recordar que tus planes siempre son mejores que los míos. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante 


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