FARO DE DIOS
He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
Isaías 55:5 RVR1960
Según el diccionario un faro es una torre de señalización luminosa situada en el litoral marítimo o tierra firme, como referencia y aviso costero o aéreo para navegantes. Están coronados por una o dos lámparas potentes.
Unos faros señalan peligro, advierten, otros señalan posición, situación. Algunos señalan entrada a puerto. Los faros no se mueven, su luz, su mensaje hace que vayamos hacia él, nos indica el camino.
Los hijos de Dios somos esos faros, los luminares o puntos de referencia donde muchos extraviados querrán acercarse para llegar al camino eterno; tal como dice el texto enunciado, gente que no nos conoce correrá hacia nosotros por causa del Señor; somos portadores de la luz más radiante que pueda existir, dentro de cada faro hay una luz increíble que puede llegar hasta lugares remotos, Cristo en nosotros es la luz que llegará hasta lugares que no alcanzamos a dimensionar y seremos esa reseña para muchos.
«Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!».
Isaías 49:6 NBV
Allí en el lugar donde estás, eres FARO DE DIOS, resplandece, advierte del peligro, abre los ojos de los que se acerquen a ti, enseña, instruye, redarguye, anima, ilumina para que aquellos perdidos puedan sentirse en lugar firme y seguro.
»¡Levántate, Jerusalén! Que brille tu luz para que todos la vean. Pues la gloria del Señor se levanta para resplandecer sobre ti. Una oscuridad negra como la noche cubre a todas las naciones de la tierra, pero la gloria del Señor se levanta y aparece sobre ti. Todas las naciones vendrán a tu luz; reyes poderosos vendrán para ver tu resplandor. »¡Levanta los ojos, porque todo el mundo vuelve a casa! Tus hijos llegan desde tierras lejanas; tus hijas pequeñas serán traídas en brazos. Resplandecerán tus ojos, y tu corazón se estremecerá de alegría porque los mercaderes del mundo entero vendrán a ti. Te traerán las riquezas de muchos países.
Isaías 60:1-5 NTV
¡Vamos, BRILLA ERES UN FARO maravilloso de Dios!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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