¡HAZLE CASO A ELLA!
Mantengan la fe en Cristo y una buena conciencia. POR NO HACERLE CASO A SU CONCIENCIA, algunos han naufragado en la fe.
1 Timoteo 1:19 NVI
Recordemos que la conciencia es una parte del espíritu que Dios nos ha dado para comunicarse con nosotros, con ella podemos autoevaluarnos, es la voz de Dios que nos dice en qué momento estamos violando sus principios y son aquellos sentimientos de satisfacción o bienestar cuando sabemos que obramos en conformidad a los valores que hemos aprendido de Él.
Pablo nos corrobora su definición en el siguiente texto:
Pablo miró fijamente a los del Consejo y les dijo: ―Hermanos, hasta hoy yo tengo la conciencia tranquila por la forma en la que he actuado delante de Dios.
Hechos 23:1 NBV
Se puede decir que la conciencia es como una amiga puesta en nuestro ser interior, ella nos habla y debemos atenderle, pues NO HACERLE CASO nos puede traer consecuencias, según el texto inicial, podemos naufragar en la fe.
Sabemos que es muy difícil salir ilesos de un naufragio, por tal razón debemos hacer caso a la voz de nuestra conciencia, cuando ella nos diga que estamos haciendo lo indebido, debemos atender y corregir inmediatamente, pues ignorar su voz hará que a la larga se cauterice y ya no nos importe agradar a Dios, nos vuelve insensibles, llevándonos a desobedecer continuamente y a no distinguir entre lo bueno y lo malo (1a Timoteo 4:2)
El Espíritu Santo, a través de la conciencia quiere hacer crecer la obra del Señor en nosotros, la conciencia nos recuerda la palabra implantada, nos llama la atención, nos reprende al mostrarnos lo que es correcto y lo que no lo es.
La Escritura entera es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos, para reprendernos, para corregirnos y para indicarnos cómo llevar una vida justa.
2 Timoteo 3:16 NBV
Si la conciencia te habla ¡HAZLE CASO!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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