JESÚS, MI BASTÓN

 


La vida está llena de momentos en los que nuestras fuerzas parecen desvanecerse. En esos momentos, necesitamos un apoyo firme en el cual confiar, alguien que nos sostenga cuando nuestros pasos tambalean. La Biblia nos enseña que Jesús es ese bastón, ese apoyo constante que jamás nos falla.


1. Jesús es nuestro refugio y fuerza

 "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones."

Salmo 46:1


Jesús es quien nos sostiene en las dificultades. No importa cuán pesadas sean nuestras cargas, Él está listo para sostenernos y ser nuestra fuerza cuando la nuestra ya no es suficiente. Como un bastón, nos estabiliza y nos da la seguridad de que no caemos si confiamos en Él.

2. Un apoyo inquebrantable

 "No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia."

Isaías 41:10

Jesús no solo está a nuestro lado, sino que nos levanta y nos fortalece. Su promesa es que siempre nos ayudará. Así como un bastón nunca deja de sostener a quien lo usa, Jesús nunca deja de ayudarnos cuando clamamos a Él.

3. El Pastor que cuida y guía

Jesús se describe a sí mismo como el buen Pastor: "Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas."

Juan 10:11

El bastón de un pastor no solo sirve para guiar a las ovejas, sino también para protegerlas. Así es Jesús con nosotros: Él no solo nos apoya, sino que nos dirige por el camino correcto y nos defiende del peligro. Él es ese Pastor que usa su bastón para mantenernos en el camino de la vida y darnos seguridad en cada paso que damos.

4. Nuestra esperanza y sustento en tiempos difíciles

"Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad."

2 Corintios 12:9

Cuando nos sentimos débiles, es cuando más podemos experimentar el poder de Jesús sosteniéndonos. Su gracia nos basta, y es cuando nos apoyamos completamente en Él que encontramos la verdadera fuerza.

Jesús es nuestro bastón, nuestro sostén firme en cada paso de la vida. En los momentos de debilidad, Él nos ofrece Su fortaleza. Cuando sentimos que no podemos más, Él nos levanta y nos lleva adelante. Solo necesitamos confiar en Él, caminar a Su lado y descansar en Su presencia.

Oremos: Señor Jesús, gracias por ser mi bastón, mi apoyo constante. En mis momentos de debilidad, enséñame a descansar en Ti y confiar plenamente en que nunca me soltarás. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante 

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