JUNTO A CORRIENTES DE AGUA
"Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará"
(Salmo 1:3)
Este versículo del Salmo 1 describe la vida del creyente que se deleita y medita en la Palabra de Dios. El salmista usa la imagen de un árbol que crece fuerte y saludable junto a un río para ilustrar cómo una persona que se alimenta de la Palabra de Dios también prospera en su vida espiritual.
Un árbol plantado junto a corrientes de agua nunca sufre de sequía, porque siempre tiene acceso a una fuente continua de vida. De la misma manera, cuando nuestro corazón está anclado en Dios y en Su Palabra, somos alimentados espiritualmente, aún en los tiempos más difíciles.
La Palabra de Dios es nuestra fuente de vida. Así como el árbol recibe nutrientes del agua, nosotros recibimos fortaleza, sabiduría y dirección al sumergirnos en la Escritura. Al meditar en ella diariamente, nos mantenemos firmes y fructíferos.
"Porque no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"
(Mateo 4:4)
El árbol no da fruto inmediatamente, pero cuando llega la estación correcta, está listo. Del mismo modo, nuestras acciones, oraciones y obediencia a Dios darán fruto en su tiempo. A veces, ese fruto no se ve de inmediato, pero confiamos en el Señor y en Su tiempo perfecto.
"No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos"
(Gálatas 6:9)
Una vida prosperada no solo significa éxito material o terrenal, sino una vida en paz, propósito y gozo espiritual. Cuando seguimos los principios de Dios, Él promete que nos irá bien, aun en medio de adversidades.
"Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino"
(Proverbios 3:13-14).
Oremos: Señor, queremos ser como ese árbol plantado junto a corrientes de agua, profundamente arraigados en Tu Palabra. Ayúdanos a confiar en Ti, a dar fruto en Tu tiempo y a permanecer firmes, sabiendo que en Ti encontramos nuestra fuente de vida y prosperidad. Amén.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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