LA BUENA ENCOMIENDA
Ahora los encomiendo al cuidado de Dios y a su palabra, que es capaz de fortalecerlos y de darles la herencia con los demás que están apartados para Dios.
Hechos 20:32 NBV
En el anterior pasaje de las escrituras, Pablo está dando unas palabras de ánimo a algunos de los discípulos que había estado acompañando por tres años en Éfeso; de acuerdo a los propósitos de Dios ya le había llegado el momento de partir a otro lugar, sin embargo él sabía que el crecimiento espiritual del rebaño que había estado cuidando por ese tiempo no dependía de él sino de Dios y su palabra; hay ocasiones en las cuales nos vamos a tener que desprender de aquellas personas que Dios nos ha puesto a guiar, ahí debemos descansar en las palabras del Señor, nosotros somos limitados, la omnipotencia de Dios continuará haciendo la labor por medio suyo y su palabra.
Hay otras ocasiones en las que también debemos hacernos a un lado y entregar la BUENA ENCOMIENDA a Dios; cuando de nosotros no depende el crecimiento espiritual de las personas, debemos dejarle el trabajo al Espíritu Santo que intervenga de manera sobrenatural; el cuidado de Dios y su palabra nunca se agotarán, nuestras oraciones llegarán al corazón de Dios y la obra será hecha.
Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije.
Juan 14:26 PDT
Si continuas encomendando todo a Dios y haciendo lo que a Él agrada, enfocando toda tu atención en Él, los deseos de tu corazón serán aprobados.
Encomienda tus obras al Señor, Y tus propósitos se afianzarán.
Proverbios 16:3 NBLA
Hoy el Señor te recibe LA BUENA ENCOMIENDA, en sus manos está segura.
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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