LA ESCUELA DEL DOLOR

 

Fue bueno que yo sufriera tanto, porque así aprendí tus mandatos.

Salmos 119:71 PDT

El sufrimiento es la escuela que mejores personas prepara para la vida; sin duda, cada vez que pasamos por una prueba vamos siendo transformados y  jamás seremos las mismas personas, nos forma la paciencia, el carácter, la fé, es la garantía para aquellos que amamos a Dios y le honramos.

Hermanos míos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades, ustedes ya saben que así se pone a prueba su fe, y eso los hará más pacientes. Ahora bien, la paciencia debe alcanzar la meta de hacerlos completamente maduros y mantenerlos sin defecto.

Santiago 1:2-‬4 PDT

No podemos olvidar que el propósito de Dios es formar en nosotros el carácter de su Hijo Jesucristo, su deseo es que cada día seamos semejantes a Él y lo podamos dar a conocer, la firmeza, la fe y la esperanza de estar la eternidad con el Señor es la mayor enseñanza en medio del dolor.

Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.

1 Pedro 5:10 TLA

Es en la escuela del dolor donde aprendemos a entender a los demás que sufren, es ahí donde crece la empatía y donde nos enseñan a consolar a todos aquellos que se nos presentan en el camino que necesitan una palabra de ánimo.

Nosotros sufrimos mucho, así como Cristo sufrió. Pero también, por medio de él, Dios nos consuela. Sufrimos para que ustedes puedan ser consolados y reciban la salvación. Dios nos ayuda para que nosotros podamos consolarlos a ustedes. Así ustedes podrán soportar con paciencia las dificultades y sufrimientos que también nosotros afrontamos.

2 Corintios 1:5‭-‬6 TLA

Eres bienaventurad@ si has estado, estás o estarás EN LA ESCUELA DEL DOLOR, !Ahí sí que se aprende!

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante