LA FUENTE DE SOCORRO
"Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra."
Salmo 121:1-2
En momentos de dificultad y necesidad, es natural buscar ayuda y consuelo en "muchas partes". El Salmo 121 nos recuerda que nuestra verdadera ayuda viene del Señor. El salmista comienza con una pregunta: "¿De dónde vendrá mi socorro?" Esta pregunta refleja una búsqueda de seguridad y protección. Analicemos el pasaje de la palabra:
Dios es Nuestro Creador:
"Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra."
Este versículo nos recuerda que el mismo Dios que creó el universo con su poder inmenso es el que está dispuesto a ayudarnos. No hay nada que esté fuera de su control o alcance. Él es todopoderoso y capaz de sustentarnos.
Dios es Nuestro Guardián:
"No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel." -
Salmo 121:3-4
Estos versículos nos aseguran que Dios siempre está vigilante. No se cansa ni se duerme. Él está constantemente atento a nuestras necesidades y no permitirá que tropecemos sin razón.
Dios es Nuestro Protector:
"Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche." -
Salmo 121:5-6
Dios es como una sombra protectora, siempre está cerca, protegiéndonos de los peligros visibles e invisibles. Así como una sombra es inseparable de la persona, así Dios está siempre con nosotros.
Dios es Nuestro Sustento Eterno:
"Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre."
Salmo 121:7-8
Dios no solo nos protege físicamente, sino que también cuida de nuestra alma. Él está con nosotros en cada paso de nuestro camino, desde nuestro inicio hasta nuestro fin y más allá.
Cuando enfrentemos dificultades o sintamos miedo, recordemos que nuestra ayuda viene del Señor. No importa cuán grande sea el problema, el Creador del universo está a nuestro lado. Podemos confiar en Él completamente, sabiendo que Él es nuestro protector constante y nuestro guardián eterno, La verdadera FUENTE DE SOCORRO.
Oremos:
Señor, te doy gracias porque sé que mi socorro viene de Ti. Ayúdame a recordar siempre que Tú eres mi protector y mi guardián. En medio de mis pruebas y dificultades, dame la fe para levantar mis ojos a Ti, confiando en tu poder y tu amor. Amén.
Dios te continúe bendiciendo
. Julia Andrea Bustamante
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