¡LA MEJOR COMPETENCIA!
Imita al deportista, que se esfuerza por ganar la competencia: haz todo lo posible por ser un buen discípulo de Jesucristo, y recibirás el premio de la vida eterna. Dios te llamó y te prometió esa vida cuando, delante de mucha gente, anunciaste que habías confiado en Dios.
1 Timoteo 6:12 TLA
La vida eterna que nos espera es el resultado de permanecer firmes, es enfrentar cada batalla que nos encontramos, es levantarnos si caemos; tal como un atleta en su competencia mantiene la mirada en la meta, de la misma manera debemos perseverar, no bajar la guardia en ningún momento. Satanás está muy interesado en dejarnos a medio camino y no vacilará en colocar todo tipo de tropiezo para detenernos, desviarnos o hacernos caer; hoy el Señor nos lleva a reflexionar en aquello que se nos ha estado presentando que nos quiere frenar en el recorrido (un vicio, una relación, una costumbre o tradición, en fin.
Ustedes corrían muy bien, ¿quién los convenció de no seguir corriendo por el camino verdadero?
Gálatas 5:7 PDT
Dios nos ha proporcionado la ayuda necesaria en esta carrera, es maravilloso saber que no estamos solos, que a nuestro lado estará el Señor, guiándonos en cada paso y si nos vamos a desviar, Él nos corrige, por eso debemos ser sensibles a su voz y pedirle que nos ayude a discernir entre lo falso y lo verdadero, con toda seguridad que los llamados hijos de Dios le permitiremos guiar cada paso que damos.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Romanos 8:14 RVR1960
Para poder llegar a recibir el premio eterno es necesario ser disciplinados, adquirir hábitos que nos ayudan a edificar nuestra vida, olvidar, hacer a un lado aquello que nos pueda perjudicar para llegar a nuestro destino celestial.
Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.
1 Corintios 9:25-27 NTV
¡Sigamos adelante, ésta competencia es individual, no lo olvides!
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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