LA NIÑA DE SUS OJOS
Protégeme como a la niña de tus ojos; escóndeme bajo la sombra de tus alas.
Salmos 17:8 PDT
Para poder entender más a fondo lo que el Señor quiere decirnos en este pasaje de las escrituras, es necesario conocer un poco la anatomía de los ojos:
Según la Wikipedia, la "niña del ojo" es la pupila, se encuentra en la parte central del iris, y es el punto circular negro en el centro del ojo. En realidad, es un agujero que queda en el centro del iris, por donde entra la luz en el ojo, hacia la retina; es un lugar demasiado sensible y por lo tanto, muy protegido. En el momento que nos vuela algo a nuestro ojos y tenemos el riesgo de sufrir algún daño inmediatamente los párpados se cierran, la cabeza se mueve o nuestras manos se colocan en la cara de modo que podamos proteger esa parte tan sensible y valiosa como es nuestra vista, con la menor amenaza se activa inmediatamente la forma de protegerla.
Para Dios, cada uno de nosotros somos como la niña de sus ojos, somos su lado sensible y valioso que quiere proteger, ante el mínimo peligro no duda en colocarse como escudo protector.
Porque así dice el Señor de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que los despojaron, porque el que los toca, toca la niña de Su ojo: «Yo alzaré Mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabrán que el Señor de los ejércitos me ha enviado.
Zacarías 2:8-9 NBLA
Es maravilloso saber que nuestro Padre Celestial nos mira como la niña de sus ojos, somos tan valiosos para Él que ha entregado a su Hijo único para guardarnos del fuego del infierno.
Así pues, ahora Dios no condena a los que están unidos a Jesucristo porque por medio de él, la ley del Espíritu que da vida te liberó de la ley que trae pecado y muerte.
Romanos 8:1-2 PDT
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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