LA ÚNICA ESPERANZA

 


"Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? El enfermo le respondió: Señor, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sano, y tomó su lecho, y anduvo."

(Juan 5:5-9)

El paralítico de Bethesda había estado esperando un milagro durante 38 años. Su esperanza estaba puesta en que alguien lo ayudara a entrar en el estanque cuando el agua era agitada. Sin embargo, su sanidad no vino de los hombres, sino de Jesús, quien con solo una palabra transformó su vida.

Muchas veces nos encontramos en una situación similar: esperando que otros nos ayuden, confiando en las circunstancias o en los recursos humanos para cambiar nuestra condición. Sin embargo, Jesús nos recuerda que Él es nuestra verdadera esperanza y sanador.

"No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios."

Salmos 146:3-5

Nuestra ayuda no debe estar en las personas, sino en Dios.

"Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán".

Isaías 40:31

Cuando esperamos en Dios, recibimos nuevas fuerzas y podemos avanzar.

"Venid a mí todos los que estánis trabajados y cargados, y yo os haré descansar."

Mateo 11:28

Jesús nos invita a acudir a Él para recibir sanidad y descanso.

¿En qué o en quién estás depositando tu esperanza? El paralítico creyó que solo podía ser sano si alguien lo ayudaba a entrar en el estanque, pero Jesús le mostró que su sanidad no dependía de eso, sino de su fe en Él.

Hoy, Jesús te pregunta lo mismo: "¿Quieres ser sano?" No importa cuánto tiempo lleves esperando tu milagro, Jesús sigue teniendo el poder para transformar tu vida. Pon tu confianza en Él, levántate en fe y camina en la libertad que solo Él puede dar.

Oremos 

Señor Jesús, perdóname por poner mi esperanza en cosas o personas en lugar de en Ti. Hoy decidió confiar en Tu poder y en Tu palabra. Ayúdame a levantarme en fe ya caminar en la libertad y sanidad que solo Tú puedes dar. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante


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