¡LAVÁNDONOS LOS PIES!

 

Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros.

Juan 13:14 NVI

La mayoría de las enseñanzas de Jesús, fueron tomadas de situaciones de la época, los aprendizajes impartidos en aquel tiempo son además para nosotros una forma valiosa de ser formados; en aquel entonces, lavar los pies de una persona era una humillación, era rebajarse; no debía ser nada agradable limpiar los pies de alguien que caminaba por largos trayectos en medio del calor, el sudor, la suciedad; al no contar con un calzado adecuado, seguramente lo hacía más difícil; aún en la actualidad pensar en lavarle los pies a alguien es complicado, teniendo en cuenta que hoy en día contamos con los elementos de aseo y una variedad de calzado.

La actitud de Jesús al lavarle los pies a sus discípulos nos da a entender que agradamos a Dios, en el servicio que le prestamos al prójimo, es entregar nuestro corazón, hacer algo que para muchos es difícil y humillante pero para Dios es una ofrenda que sube con olor fragante. 

Dios no es injusto para olvidarse de todo el trabajo que han hecho y recordará que ustedes le han demostrado su amor ayudando al pueblo de Dios y que continúan haciéndolo.

Hebreos 6:10 PDT

Los pies son tipología de nuestro caminar con Dios, el hecho de lavarnos los pies, unos a otros también es poder acercarnos a nuestra familia de la fé y exhortar en el amor, corregir su andar cuando vemos que está cayendo en algún error o se está desviando del camino; de la misma manera es permitirles que nos corrijan cuando deban hacerlo con nosotros, a veces es desagradable ésta práctica, pero es necesaria.

Exhórtense todos los días mientras les quede tiempo, para que ninguno se endurezca contra Dios, cegado por el engaño del pecado,

Hebreos 3:13 NBV

¡LAVÉMONOS LOS PIES UNOS A OTROS!

¡ no olvides que es un mandamiento! 

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante