¡LEVÁNTATE Y COME!
Porque satisfaré al alma cansada, y saciaré a toda alma entristecida.
Jeremías 31:25 RVR1960
Las dificultades o las pruebas que pasamos mientras caminamos en esta tierra a veces nos hacen sentir tan agotados, que a veces sentimos desfallecer, no poder más, es allí cuando debemos reposar en las promesas del Señor, pues es el único que da satisfacción a nuestra alma cansada y sacia nuestra alma entristecida.
El único que puede darnos fuerzas es aquel que no se cansa ni se fatiga, nuestro Dios es quien nos revitaliza, quien nos infunde aliento para seguir el camino.
¿Acaso no lo sabes? ¿No lo has oído? El Señor, el Dios eterno, el creador del mundo entero, no se fatiga ni se cansa; su inteligencia es infinita. Él da fuerzas al cansado, y al débil le aumenta su vigor. Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse.
Isaías 40:28-31 DHH94PC
Su palabra debe ser el bálsamo que nos levanta cada día, sus promesas son la esperanza que nos alimenta, debemos tomar de su mensaje de vida, pues largo camino todavía nos resta, así lo podemos ver en el siguiente texto cuando Elías siervo de Dios se vio abrumado y fatigado en su caminar:
Pero el ángel del Señor vino por segunda vez, y tocándolo le dijo: «Levántate y come, porque si no el viaje sería demasiado largo para ti.» Elías se levantó, y comió y bebió. Y aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.
1 Reyes 19:7-8 DHH94PC
Hoy el Señor te dice: ¡LEVÁNTATE Y COME DE MI PALABRA! porque todavía te espera un camino por recorrer!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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