LIBRE DE CULPA

 

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad."
 (1 Juan 1:9) 

La culpabilidad es una carga emocional que muchas veces nos aleja de Dios y nos hace sentir indignos de su amor. Esta sensación puede surgir cuando reconocemos que hemos fallado, y en lugar de buscar la reconciliación con Dios, nos quedamos atrapados en el remordimiento. Sin embargo, el Señor nos invita a experimentar su gracia, un regalo inmerecido que no solo perdona nuestros pecados, sino que también nos libera de la pesada carga de la culpa. 

  "Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día...Mi pecado te declararé, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová y tú perdonaste la maldad de mi pecado."
Salmo 32:3-5

Vemos en el anterior versículo que David entendió que esconder el pecado solo prolongaba su sufrimiento, pero al confesarlo, encontró alivio y restauración en Dios. En Cristo, tenemos una esperanza viva.

"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu."
 Romanos 8:1 

Esto significa que nuestra culpabilidad ha sido llevada a la cruz. Jesús cargó con nuestros pecados y vergüenza para que pudiéramos vivir en libertad.

 ¿Cómo encontrar la libertad ante la culpa:

1. Confesión

Reconocer nuestros pecados ante Dios con humildad. Él promete perdonarnos y limpiarnos .
(1 Juan 1:9). 

2. Aceptar el perdón

No podemos permitir que el enemigo nos haga revivir lo que Dios ya ha perdonado. 
Recordemos que Jesús declaró en la cruz, "Consumado es." (Juan 19:30). 

3. Perdonar a otros y a nosotros  mismos:

Así como Dios nos perdona, debemos extender esa misma gracia a quienes nos han ofendido (Mateo 6:14-15).

Oremos 

Señor, venimos ante Ti con un corazón sincero, confesando nuestros pecados y aceptando Tu perdón. Ayúdanos a vivir en la libertad que nos has dado a través de Cristo. Queremos soltar toda culpabilidad y confiar en que Tú ya me has limpiado. Gracias por tu amor incondicional. 

Qué tal si hacemos un ejercicio este día: 

Escribir una lista de cosas que nos han hecho sentir culpables, Llevar esta lista ante Dios en oración, confesarlas  y luego destruirla como símbolo de liberación . 

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante 


Comentarios

Entradas populares de este blog

BLOG PARA SEDIENTOS