¿LISTOS?
A fin de presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Efesios 5:27
La venida de nuestro Señor Jesucristo es la promesa Divina para quienes tenemos esperanza. Es un acontecimiento glorioso, pero también un llamado a la preparación. El apóstol Pablo nos recuerda en Efesios que Cristo vendrá por una iglesia sin mancha ni arruga, una iglesia pura y santa, dispuesta para recibir a su esposo (Cristo) con un corazón limpio.
Por eso, también ustedes estén preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que menos piensen.
Mateo 24:44
La preparación comienza con una vida que refleje el carácter de Cristo. Es esencial estar vigilantes, viviendo cada día como si fuera el último. La vida cristiana no es una rutina, es un compromiso diario con la santidad. Estar "preparados" significa vivir en constante arrepentimiento por aquello que sabemos ofende al Señor y en la gracia de Dios, buscando su dirección en todo lo que hacemos.
"Amados, ahora somos hijos de Dios; y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser. Sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él; porque le veremos tal como Él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro."
1 Juan 3:2-3
Cuando contemplamos la promesa de la venida de Cristo, no solo nos llena de gozo, sino de un anhelo profundo de ser transformados a su imagen. La pureza no es solo externa, sino interna. La santificación es un proceso continuo en el que renunciamos al pecado y nos acercamos más a la perfección de Cristo. La esperanza de la venida de Cristo nos impulsa a vivir de manera que Él reciba toda la gloria.
"Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué clase de personas no deben ser ustedes en santa conducta y en piedad, esperando y apresurándose para la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán deshechos con gran fuego y los elementos se fundirán con calor intenso? Pero según su promesa, esperamos cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por tanto, amados, estando en espera de estas cosas, procuren con diligencia ser hallados por Él sin mancha ni arruga, en paz."
2 Pedro 3:11-14
Pablo nos exhorta a vivir en santidad mientras esperamos la venida del Señor. Esta espera no debe ser pasiva, sino activa. Debemos vivir con piedad, con un corazón dispuesto a hacer lo correcto, a honrar a Dios en cada área de nuestras vidas. La santidad no es solo una expectativa de Dios, sino una muestra de nuestro amor y gratitud hacia Él.
"Gocémonos y alegrémonos, y démosle gloria, porque ha llegado la boda del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino son las acciones justas de los santos."
Apocalipsis 19:7-8
La iglesia, como la esposa de Cristo, debe estar lista para el encuentro con Él. El vestido de lino fino, resplandeciente, representa la justicia y las buenas obras de aquellos que han sido purificados por la sangre del Cordero. Vivir una vida justa y santa es parte de estar preparados para ese día glorioso.
El llamado de Dios para su pueblo es claro: debemos vivir en santidad, sin mancha ni arruga, aguardando con gozo y reverencia la venida de Cristo. No se trata de esperar pasivamente, sino de vivir activamente en obediencia, santificación y amor a Dios, buscando siempre ser transformados a su imagen.
Como cristianos, estamos en un proceso de purificación, en el cual debemos rendir todo nuestro ser a Él. Este proceso no siempre es fácil, pero es necesario para que, cuando Él regrese, podamos ser presentados ante Él como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga.
¿Serà que sì estamos listos?
Oremos:
Señor Jesús, gracias por el sacrificio que hiciste por nosotros en la cruz. Hoy, quiero vivir en espera de tu venida, preparándome cada día para encontrarte. Ayúdame a vivir en santidad, sin manchas ni arrugas, purificando mi corazón y mis acciones. Te pido que me guíes en este camino de santificación, y que cuando regreses, me encuentres listo para estar contigo por siempre. Amén
Dios te continùe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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