LOS GEMIDOS DE LA TIERRA
Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto; y los creyentes también gemimos —aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura— porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió.
Romanos 8:22-23 NTV
Cuando consideramos los gemidos de la tierra, a menudo nos referimos a la creación que anhela ser restaurada y liberada de la decadencia y el sufrimiento que experimenta debido al pecado humano.
Este pasaje nos invita a reflexionar sobre la realidad del sufrimiento en el mundo y a esperar con expectación la restauración completa que vendrá con la venida de Cristo. Así como la creación anhela ser liberada de la corrupción y el sufrimiento, también nosotros como creyentes anhelamos la redención final de nuestros cuerpos y la consumación de nuestra salvación en Cristo, la tierra está sufriendo las consecuencias por el pecado original.
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; MALDITA SERÁ LA TIERRA POR TU CAUSA; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.
Génesis 3:17 RVR1960
Al considerar los gemidos de la tierra, podemos recordar nuestra responsabilidad como mayordomos de cuidar y preservar el medio ambiente, así como también anhelar el día en que toda la creación será restaurada a su estado original de perfección. Es un recordatorio de la necesidad de vivir en armonía con la creación y de nuestra esperanza en la redención final que traerá renovación y restauración completa.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. [9] No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la TIERRA SERÁ LLENA DEL CONOCIMIENTO de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Isaías 11:6-9 RVR1960
Que este pasaje nos inspire a vivir con esperanza y a ser conscientes de nuestra responsabilidad de cuidar y preservar la creación que Dios nos ha dado.
Es hermoso saber que aunque la tierra hoy está gimiendo y temblando llegará el momento en el que todos los que creemos en la redención seguimos y obedecemos al Señor la veremos totalmente restaurada, CRISTO VIENE a restaurarla, ¡Anímate!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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