MAÑANA, TARDE Y NOCHE
Pero clamaré a Dios, y el Señor me rescatará. Mañana, tarde y noche clamo en medio de mi angustia, y el Señor oye mi voz.
Salmos 55:16-17 NTV
Las anteriores palabras del salmista nos muestran la angustia por la que podemos pasar los hijos de Dios; a la luz de la palabra es claro y evidente que en el mundo vamos a experimentar todo tipo de pruebas y dificultades.
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
San Juan 16:33 DHH94I
Además de estar seguros que vamos a experimentar dolor y sufrimiento, también es sumamente seguro que Dios escucha nuestro grito de auxilio.
En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó; me salvó de todas mis dificultades.
Salmos 34:6 NTV
En el texto inicial observamos que cuando insistimos al Señor, como lo describe el salmista mañana, tarde y noche, Dios responderá; Él es misericordioso y jamás pasa por alto el auxilio que piden sus hijos, a los que le son fieles.
Sepan que el SEÑOR escucha a un fiel suyo. Por eso el SEÑOR me escucha cuando le pido ayuda.
Salmos 4:3 PDT
No te desanimes, aquello que estás pasando es temporal, viene respuesta al clamor que haces con perseverancia, sigue siendo fiel a tu Padre Celestial, es garantizado que te responderá, así como Daniel oraba y fue librado del foso de los leones.
Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes. Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre. El rey, pues, se levantó muy de mañana, y fue apresuradamente al foso de los leones. Y acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo.
Daniel 6:10, 16, 19-22 RVR1960
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
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