MANOS TOCADAS- MANOS QUE SIRVEN
Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de este postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
S. Mateo 8:14-15 RVR1960
En la anterior porción de las escrituras encontramos a la suegra de Pedro padeciendo en cama con fiebre. Al verla Jesús, lleno de misericordia y su gran amor le toca su mano e inmediatamente es sanada. Lo que llama la atención en esta porción de las escrituras es que inmediatamente fue sanada comenzó a servirle al Señor.
La actitud de esta mujer nos invita a seguir su ejemplo; a muchos de nosotros el Señor nos ha tocado nuestra mano para darnos sanidad, libertad, perdón de pecados. Ahora la pregunta es ¿Nos hemos levantado a servirle al Señor?
La siguiente es una manera de servirle:
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
S. Mateo 25:35-36 RVR1960
Podemos dar de lo mismo que nos ha dado nuestro Dios. Nos ha dado de comer, de beber, nos ha cubierto, nos ha liberado, nos ha dado Salvación.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
S. Juan 6:35 RVR1960
El Espíritu Santo nos equipa para servirle, fuimos creados para ser portadores de su presencia, de su amor.
El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
S. Lucas 4:18 RVR1960
¿Qué tal si le servimos al Señor desde hoy?
Dios te bendiga
Julia Andrea Bustamante
Comentarios
Publicar un comentario