MEJOR SER POBRE

 


“Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos y rico.”
 Proverbios 28:6 (RVR1960)

En un mundo donde las apariencias engañan y la riqueza parece sinónimo de éxito, Dios nos recuerda algo muy valioso: la integridad vale más que el dinero. No se trata de cuánto tienes en el banco, sino de cómo vives cuando nadie te está viendo.

Este versículo no está diciendo que ser pobre es bueno en sí mismo, ni que ser rico es malo. Lo que está diciendo es esto: es mejor tener poco y ser honesto, que tener mucho a costa de la mentira, el engaño o el pecado.

Cuando caminas en integridad, caminas con Dios. Y cuando caminas con Dios, aunque no tengas mucho, tienes todo lo que realmente importa.

“Mejor es el pobre que camina en integridad que el de perversos labios y necio.”

 Proverbios 19:1

Este versículo repite la misma idea que Proverbios 28:6. El pobre íntegro es más sabio que el rico necio. El valor de tu carácter es más alto que cualquier cuenta bancaria.

“¿Quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón.”

Salmos 15:1-2

Dios honra a quien vive con integridad. No es el dinero lo que te acerca a Él, sino un corazón sincero y justo.

“No os hagáis tesoros en la tierra... sino haceos tesoros en el cielo... porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”

Mateo 6:19-21

Jesús nos recuerda que los tesoros terrenales se pierden, pero los tesoros celestiales (como la integridad, la fe y el amor) son eternos.

“El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”

1 Samuel 16:7

Las personas juzgan por las apariencias, pero Dios ve tu corazón. Y un corazón limpio es más hermoso que cualquier lujo externo.

Oremos:

Señor, ayúdame a caminar en integridad, aun cuando cueste. Enséñame a valorar más la paz contigo que cualquier cosa del mundo. Que mi vida refleje Tu verdad, aunque tenga poco, porque contigo lo tengo todo, tú eres mi tesoro Jesús, Amén.

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante

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