MI LUGAR FAVORITO
"Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos; escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad."
Salmos 84:10 (RVR1960)
El salmista expresa en este versículo una verdad profunda: no hay mejor lugar en la tierra o en el cielo que estar en la presencia de Dios. Al decir "mejor es un día en tus atrios" revela un anhelo sincero por estar cerca de Dios, incluso por un solo día. Los "atrios" eran el lugar donde los adoradores se reunían para estar más cerca del santuario, un símbolo de la presencia de Dios.
Este versículo no solo expresa un deseo de estar físicamente cerca de Dios, sino también espiritualmente. Los "mil días fuera de ellos" representan cualquier placer o riqueza que el mundo pueda ofrecer, que son insignificantes comparados con la bendición de estar en la presencia del Señor.
Cuando el salmista dice que preferiría "estar a la puerta de la casa de mi Dios" antes que habitar en las moradas de maldad, está resaltando la pureza y la santidad de la presencia de Dios. El lugar más humilde en la casa de Dios es infinitamente superior a los lugares más lujosos que el pecado puede ofrecer.
"Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo."
Salmos 27:4
Este versículo resalta el deseo del salmista de estar continuamente en la presencia de Dios, no solo por un día, sino todos los días de su vida. La verdadera belleza y paz se encuentran al contemplar al Señor en Su templo.
"Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo."
Salmos 84:2
Aquí, el salmista revela un profundo deseo, que va más allá de una simple inclinación, es un anhelo ardiente de estar en los atrios del Señor, donde su alma y su cuerpo pueden adorar al Dios vivo.
"Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días."
Salmos 23:6
La confianza del salmista en la bondad y la misericordia de Dios se traduce en la seguridad de que habitará en Su presencia para siempre.
En conclusión el mejor lugar en el que podemos estar no es un lugar físico en sí, sino un estado de comunión constante con Dios. Estar en los atrios del Señor representa estar en Su presencia, bajo Su cuidado y en el centro de Su voluntad. Este es el lugar donde encontramos paz, seguridad, y verdadero gozo. Que cada día busquemos estar más cerca de Él, anhelando Su presencia por encima de cualquier otra cosa que el mundo nos pueda ofrecer.
Oremos:
Señor, gracias por el privilegio de estar en Tu presencia. Ayúdame a valorar cada momento que paso contigo, a preferir estar en Tus atrios que en cualquier otro lugar. Llena mi corazón con un anhelo constante de Ti y permíteme encontrar en Tu presencia el gozo y la paz que mi alma necesita. En el nombre de Jesús, amén.
Ese es MI LUGAR FAVORITO
¡Espero que el tuyo también!
Dios te continúe bendiciendo
Julia Andrea Bustamante
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