¡NO LO AMES!


No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

1 Juan 2:15‭-‬17 RVR1960


Uno de los enemigos de creyente es el mundo, el término mundo no se refiere al planeta tierra sino al sistema gobernado por Satanás quien es el que tiene el dominio.


Sabemos que somos hijos de Dios. El mundo que nos rodea está bajo el dominio de Satanás,

1 Juan 5:19 NBV


En el texto inicial se nos mencionan las tres características en las que se mueve el mundo y de esa manera el enemigo ofrece sus ofertas para sacarnos del camino de Dios.


1. Los deseos de la carne

Se refieren a los anhelos y pasiones pecaminosas que surgen de nuestra naturaleza humana caída. Estos deseos están en oposición a la voluntad de Dios y a lo que es moralmente correcto.


Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:19‭-‬21 RVR1960


2. Los deseos de los ojos:


Esto se refiere a los anhelos y codicias que surgen a través de lo que vemos y deseamos en el mundo que nos rodea. Estos deseos pueden incluir la envidia, la avaricia, la lujuria y la ambición desmedida, desde el Edén viene Satanás haciendo caer al ser humano en los deseos de los ojos.


Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable.

Génesis 3:6a RVR1960


3. La vanagloria de la vida:


Se refiere a una actitud o mentalidad de jactancia, orgullo y búsqueda de reconocimiento y admiración de los demás. Es el deseo de destacar y exaltar uno mismo, sin considerar a Dios ni a los demás.


Esta vanagloria de la vida puede manifestarse de diferentes maneras, como el deseo de tener una posición social o económica elevada, la búsqueda constante de aplausos y reconocimientos


Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Filipenses 2:3‭-‬4 RVR1960


Las anteriores características deben estar lejos de los hijos de Dios, el poder de Dios y nuestra fe nos darán las fuerzas para vencer el mundo, 


Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

1 Juan 5:4 RVR1960


¡ya sabes! al Mundo ¡NO LO AMES!


Dios te continúe bendiciendo


Julia Andrea Bustamante


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