NO NEGOCIABLES

 

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". 

Mateo 6:33

En nuestra relación con el Señor, hay principios y valores que no deben ser negociables. Dios espera una entrega total, sin reservas. En un mundo que constantemente nos invita a ceder en nuestra fe y principios, debemos recordar que hay aspectos que son inmutables en nuestra vida cristiana. Estos incluyen nuestra lealtad a Dios, nuestra obediencia a su Palabra y nuestra consagración diaria.

1. Nuestra fe y adoración solo a Dios

"No tendrás dioses ajenos delante de mí." 

(Éxodo 20:3)

Dios no comparte su gloria. La adoración a Él es absoluta y no debe compartirse con ídolos, sean físicos o las distracciones modernas como el dinero, la fama o el poder.

2. La obediencia a su Palabra

"No todo el que me dice: 'Señor, Señor', entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre." 

(Mateo 7:21)

No podemos negociar los mandamientos del Señor por comodidad o por miedo a la presión social. Su Palabra es nuestra guía, y cumplirla demuestra nuestro amor por Él.

3. La santidad y pureza

"Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo". 

(1 Pedro 1:16)

Dios nos llama a una vida separada del pecado. Aunque el mundo intenta normalizar lo incorrecto, no podemos comprometernos con lo que ofende a Dios.

4. El primer lugar para Dios

"Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro".

 (Mateo 6:24)

Dios debe ser la prioridad en nuestras vidas. No podemos dividir nuestro corazón entre el Señor y las cosas del mundo.

Este es el momento para reflexionar sobre las áreas de nuestra vida donde podemos estar cediendo a negociaciones espirituales. ¿Hay algo que de pronto hemos permitido que tome el lugar de Dios? Oremos y renovemos nuestro compromiso con Él. Decidamos hoy vivir conforme a los principios que no son negociables con nuestra fe.

Oremos Juntos:

Señor, ayúdanos a mantenernos firmes en las cosas que no son negociables contigo. Danos la fuerza para resistir las presiones del mundo y vivir una vida que te honre. Tú eres nuestra prioridad y nuestra guía. En el nombre de Jesús, amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante