¡NO TE AMARGUES!

Quítense de ustedes toda AMARGURA, ira y enojo, gritos, calumnias y malicia. 

Efesios 4:31 PDT‬‬

La amargura es un tema importante que se aborda en varios pasajes de la Biblia. En el anterior texto se nos motiva a desechar toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y en su lugar ser amables y compasivos unos con otros. La amargura puede arraigarse en nuestro corazón y afectar nuestras relaciones con los demás y con Dios.

Cuídense unos a otros, para que ninguno de ustedes deje de recibir la gracia de Dios. Tengan cuidado de que no brote ninguna raíz venenosa de amargura, la cual los trastorne a ustedes y envenene a muchos. 

‭‭Hebreos 12:15 NTV‬‬

En el versículo anterior, se nos advierte que debemos tener cuidado de que ninguna raíz de amargura brote y cause problemas, ya que puede contaminar a muchos. La amargura puede surgir de heridas pasadas, resentimientos no resueltos o injusticias percibidas. Es importante abordar estas emociones negativas a la luz de la gracia y el perdón de Dios.

La palabra también nos aconseja que dejemos la ira y abandonar el enojo; exasperarnos solo llevará a hacer lo malo. En lugar de aferrarnos a la amargura, debemos confiar en Dios y permitir que Él sane nuestras heridas y transforme nuestros corazones.

‭‭No te exaltes, no te molestes;no dejes que tu ira te lleve a ti también a hacer cosas malas.

Salmos 37:8 PDT‬‬

Es crucial recordar que la amargura no solo afecta nuestra relación con los demás, sino también nuestra comunión con Dios.  Dios nos exhorta a perdonarnos mutuamente si alguno tiene queja contra otro; así como el Señor nos perdonó, también debemos perdonar.

Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes. 

Colosenses 3:13 TLA‬‬

En resumen, la amargura es un sentimiento destructivo que debemos evitar cultivar en nuestro corazón. En cambio, debemos buscar la sanidad y el perdón de Dios, y estar dispuestos a perdonar a los demás como Él nos perdona a nosotros

Asi que ¡NO TE AMARGUES!

Dios te continúe bendiciendo

Julia Andrea Bustamante