NUNCA SE IRÁ

 

He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. 

Mateo 28:20 (RVR1960)

En los momentos más oscuros, cuando el corazón duele y las fuerzas flaquean, hay una verdad que brilla como luz en la tormenta: Jesús nunca te abandona.  

Imagina por un instante a Cristo en la cruz. Su cuerpo destrozado, su alma cargada con el peso de nuestros pecados, y aún así, sus ojos llenos de un amor tan profundo que traspasa el tiempo y llega hasta ti hoy. Él eligió ese dolor por ti y por mi. No por obligación, sino por un amor incondicional que ni siquiera la muerte pudo detener.  

Tal vez hoy te sientas solo, incomprendido o cansado. Quizás arrastras culpas o heridas que parecen no sanar. Pero Jesús te mira con ternura y te dice:  

No temas, hijo mío. Yo estoy aquí. Mis manos, que fueron clavadas por ti, están extendidas para sostenerte. Mi corazón, que dejó latir hasta el final por salvarte, late también por ti hoy.

Descansa en su presencia, aunque no lo sientas, Él está contigo.

Por tanto, no tengan miedo,pues yo soy su Dios y estoy con ustedes.Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda;mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo.

Isaías 41:10 TLAI

Confía en su amor, Nada puede separarte de Él.

Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, [39] ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!

 (Romanos 8:38-39).  

Oremos: 

Señor Jesús, hoy recuerdo que tu amor es más fuerte que mis fallas, más profundo que mi dolor y más fiel que mis dudas. Ayúdame a confiar en que nunca me soltarás de tu mano. Que tu presencia sea mi consuelo y tu cruz, mi esperanza. Amén

Jesús no promete un camino fácil, pero sí una compañía eterna. ¡Él ya venció por ti y por mi!, EL NUNCA SE IRÁ, a menos que tú le cierres la puerta y le des la espalda , Él es un caballero.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante