OBEDIENCIA=BENDICIÓN

 

A veces, obedecer a Dios no es fácil. Nos enfrentamos a situaciones en las que no queremos hacerlo porque no entendemos su propósito o porque nos cuesta renunciar a nuestra voluntad. Sin embargo, la obediencia siempre trae fruto, aunque en el momento no lo veamos.

"Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar". Respondiendo Simón, le dijo: "Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red". Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía."

Lucas 5:4-6

Pedro estaba cansado y desanimado. Había pasado toda la noche sin éxito. Humanamente, tenía razones para no obedecer. Pero decidió confiar en la palabra de Jesús. Su obediencia le trajo una bendición inesperada: una pesca tan abundante que las redes se rompían.

Dios nos pide obediencia no para limitarnos, sino para llevarnos a su mejor plan. 

"Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios."

Deuteronomio 28:1-2 

A veces, no vemos las bendiciones de inmediato, pero Dios es fiel a su promesa. La obediencia nos abre puertas que ni imaginamos.

Jonás es un ejemplo de alguien que no quiso obedecer, pero al final lo hizo. Aunque intentó huir, Dios lo dirigió de vuelta a su propósito. En Jonás 3:1-2 , Dios le habló por segunda vez y él fue a Nínive. Su obediencia trajo arrepentimiento a toda una ciudad.

Dios recompensa la obediencia, aun cuando en el momento no entiendo. No se trata de sentimientos, sino de confiar en que su voluntad es mejor. Si hoy enfrentas una decisión difícil, recuerda que obedecer a Dios siempre trae fruto, aunque al principio no lo veas.

Oremos:

Señor, ayúdame a obedecerte aun cuando no entienda el propósito. Confío en que tu plan es perfecto y que mi obediencia traerá bendición. Amén.

Dios te continúe bendiciendo 

Julia Andrea Bustamante